Opinión | TRIBUNA

Reflexiones para facilitar la adquisición de primeras viviendas

Edificio de viviendas en construcción

Edificio de viviendas en construcción / Manu Mielniezuk

En el anterior artículo, me centré en el tema de alquileres y principalmente sociales, ante la difícil situación que hay en las islas y en la mayoría de grandes ciudades, con mayor dinamismo económico y que crecen en población por las mayores oportunidades de trabajo.

Para facilitar el acceso a la compra de pisos, especialmente en el caso de jóvenes o personas para las que sea la primera casa y con la condición de que sea su residencia habitual, siempre con límites de ingresos anuales y límites del precio de adquisición, hay que actuar en varios frentes.

No es pertinente reducir el problema de la falta de vivienda a la llamada «Golden visa», o sea, a los que invierten en inmobiliaria u otros activos por más de 500.000 euros, que son los que viajan en jet privado (como él Sr. Sánchez con el con el Falcon), ya que la mayoría de españoles y especialmente los que quieren acceder a su primer habitáculo no piensan ni en sueños poder adquirir inmuebles de este precio.

Los frentes en los que se podría actuar son:

a) Que el IVA o el impuesto sobre transmisiones patrimoniales sea ya cero en los supuestos citados, ya que si es un derecho constitucional como dice el Gobierno, no tiene sentido gravar con impuestos el ejercerlo, como no se grava la educación o la sanidad. Es muy cínico hablar de derechos constitucionales y después gravarlos, es populismo de los partidos de izquierda, porque por lo menos los de centro derecha como el balear muy acertadamente lo han bajado.

b) Aprovechar que el gobierno central es partidario de mantener el impuesto sobre beneficios extraordinarios de grandes corporaciones y básicamente sobre la banca, cuya recaudación es de cerca de 3.000 millones de euros anuales. Así, que este dinero recaudado vaya directamente a subvencionar los intereses de los compradores que cumplan los requisitos citados, durante los cinco primeros años de su hipoteca, pero sin pasar por la hacienda pública, de forma que las propias entidades puedan considerar como pagos a cuenta del impuesto las cantidades subvencionadas a los que compran su primera vivienda. De esta manera, las entidades financieras serán las encargadas de realizar este abono de forma inmediata a sus clientes, y el beneficio es directo al ciudadano ya la compra de viviendas.

c) La fórmula anunciada por el Govern Balear para implicar al sector privado en la construcción de residencias a precios tasados es un punto positivo, que ayudará a una mayor oferta con precio controlado.

d) El poner a disposición de promotores suelo público o permitir más alturas, en caso del compromiso citado en el apartado anterior, es también ir en una dirección correcta.

e) La creación de un modelo de hipoteca con aval público por la parte superior al 80% como ahora anuncia Pedro Sánchez por parte del ICO, y que en esta comunidad creamos hace 18 años, va en la línea adecuada, pero hoy es insuficiente, y necesita más complementos. Primero, que por parte del Banco de España no sea considerada como dudosa y por ello obligue a dotaciones que son costosas para las entidades financieras y que pueden influir negativamente en su concesión; también que los tipos de interés en el caso de variables estén topados, con unos máximos y mínimos que aseguren al cliente poder hacer frente a sus obligaciones y, por último, que podría ser a cargo de la comunidades autónomas que cuenten con el llamado «seguro de protección de pagos», de forma que se reduces la principal causa de morosidad en las hipotecas, y por ello las entidades financieras han de aplicar tipos más bajos, al recibir estas compensaciones.

f) Evidentemente, también hay que acabar con la inseguridad jurídica que suponen los okupas, fuente de preocupación de cualquier propietario, sea para la primera vivienda o no. La falta de vivienda es una responsabilidad pública, y no es admisible en un estado de derecho, que alguien ocupe una propiedad privada, a un ciudadano que está pagando sus impuestos, por la incapacidad de dar respuesta a problemas públicos.  

g) Al ser viviendas para uso propio, en ningún caso se podrán dedicar a alquiler turístico.

h) Otra medida de ayuda para acceder a la compra de la primera vivienda es volver a la deducción de los intereses en la declaración de la renta.

Todas estas propuestas no son intervencionistas y han de favorecer el acceso a una primera vivienda, de los jóvenes o de otras personas que aún no han tenido la oportunidad de poseer una propiedad y que lleven más de tres años con residencia habitual y fija. 

En definitiva, expongo que si consideramos el acceso a la vivienda como un derecho constitucional, el Gobierno de España, principalmente, y luego los autonómicos han de eliminar cargas impositivas sobre las mismas, y tomar medidas para favorecer su adquisición, mientras que ahora el trato que se recibe es el de disuadirla al incrementar el precio con impuestos.

Soluciones las hay. Con trabajo e innovación incluso, si se quiere una medida intervencionista por la gravedad del problema, basta sacar un programa de compra de bonos hipotecarios y que al contar con la garantía máxima, serían con un tipo de interés muy bajo al estilo del CMB de Canadá, pero dudo que en el Ministerio de vivienda siquiera lo conozcan. 

Es necesario un Gobierno de España que trabaje, en colaboración son las comunidades autónomas y para los ciudadanos, no para los políticos como ocurre en esta legislatura con la única ley aprobada.